Recuerdo cuando Steven Spielberg nos asombró con su película IA en 2001, o Ridley Scott en 1978 con su obra de arte “Blade Runner”, o si vamos más atrás a 1968, ya Stanley Kubrick nos regalaba “2001: A space odyssey”. En todas ellas estos genios visionarios veían las aplicaciones de la IA y nosotros los simples mortales estimábamos que para el siglo 23 estaríamos llegando allí, obviamente sesgados por las narraciones encontradas en la bitácora del capitán James Tiberius Kirk en Star Trek.... [Continuar leyendo]