Los académicos del Diccionario Oxford hicieron una particular elección para escoger la “Palabra del Año”, porque resulta que no tiene letras. De hecho, es impronunciable. Pero sigue siendo un elemento que comunica… algo extremadamente curioso y hasta gracioso… ¿como para llorar de la risa, quizá? Pues resulta que el honroso título se destinó en 2015 a un emoji: precisamente, el del ícono amarillo que ríe muy fuerte y a la vez, llora.... [Continuar leyendo]