Tengo una amiga a la que quiero mucho, se llama Verónica. Pero, cuando me llama, tiemblo. Sí, tiemblo. Porque si no contesto enseguida, insiste y piensa que algo me pasa. La entiendo, cuando ella hace esa llamada emite lo que en mercadeo oportuno llamamos pulso. Y con sobrada razón espera recibir de inmediato una señal.[
](/files/2016/10/talk-845619_640.jpg)El secreto es que no siempre las señales llegan, apenas se emite un pulso. Por esto en Imolko usamos el mercadeo oportuno: llegará en el momento indicado.... [Continuar leyendo]