Existen diferencias importantes cuando un negocio es atendido por su dueño, que cuando lo hace un empleado. Aunque ambos puedan depender del éxito y del fracaso de un determinado emprendimiento, pareciera que a los empleados les “doliera” menos lo que ocurre con el negocio.
Muchas veces escuchamos expresiones tales como “esto no es mío” para justificar algún descuido o una mala atención.
Sin embargo, hay que tener y dejar claro que toda mejora que reciba el empleado sin duda proviene del éxito de ese negocio.... [Continuar leyendo]