Todos en algún momento hemos tenido un amigo que está “metido” en uno de esos negocios en los que vende productos naturales, que sirven para adelgazar, y apenas te ve pregona maravillas de su negocio. Primero te sorprendes al ver lo mucho que ha adelgazado y ya eso te engancha a probar el producto; luego te quedas estupefacto cuando te dice que aparte de rebajar unos kilos, empezó a vender esos mismos productos y está ganando buen dinero.... [Continuar leyendo]