Recientemente a mi hermana le picó el bicho del fitness y ha tratado de convencerme de inscribirnos juntas en un gimnasio. La verdad es que nunca he sido una de esas personas activas que luego de pasar todo el día trabajando van a relajarse levantando pesas, y estoy casi segura que de inscribirme en un gimnasio terminaría por pagar la membresía durante meses y asistiría solo para twittear ‘hashtag’ camino al gimnasio.... [Continuar leyendo]