Hace poco estuve tomando un delicioso almuerzo en la feria de un centro comercial y mientras degustaba mi platillo me percaté de que la mayoría de las personas que estaban alrededor permanecían inmersas en sus smartphones y apenas volteaban a mirar el plato para tomar un bocado. Pese a que, todo se encontraba en absoluta normalidad, me pareció curioso el hecho de que los comensales disfrutaran más de la navegación a través del móvil que de los provocativos alimentos; en ese momento intenté hallar una respuesta casi instantáneamente pero no lo logré.... [Continuar leyendo]