Cuando los días de trabajo se hacen extenuantes suelo llegar a mi casa, tomar una ducha, algo de comer y sentarme en el rinconcito más confortable de mi hogar a imaginar las próximas vacaciones paradisíacas en los lugares más hermosos del Caribe; el infinito y maravilloso mundo de la imaginación me permite relajarme y conciliar el sueño y ¡Vaya sueño el que tuve! Llegaba con mi familia a la suite de un confortable hotel y al levantar la mirada hacia el frente, lo primero que observé fue un gran balcón con vista al mar, el panorama se tornaba azul turquesa y la calidez del sitio era envolvente.... [Continuar leyendo]