Desde hace un tiempo he estado leyendo artículos dónde se muestran como opciones contrapuestas el correo y las redes sociales (específicamente Facebook y Twitter). En varios de estos artículos la idea de fondo es que el correo electrónico satura a las personas, mientras las redes sociales son más relajadas y la gente no se estresa por las comunicaciones.
Incluso alguna empresa ha llegado a anunciar que para el 2013 van a sustituir todos sus emails con el uso de una red social corporativa.
Creo que al plantearlo como opciones excluyentes se simplifica el tema; pareciera que se pueden comparar entre tecnologías, empresas y protocolos por que al final todo se reduce a formas de “comunicación”.
Protocolos y Empresas
Un primer punto muy importante es que el correo con sus 30+ años encima es un protocolo para intercambiar información entre distintas entidades. Es decir, que define las reglas para que cualquier entidad (escuela, empresa, persona, gobierno, tu) pueda enviarle información a otros. Es un protocolo totalmente descentralizado que no depende de nadie en especial.
Facebook y Twitter son antes que todo empresas que requieren dar ganancias a sus accionistas. Son unas herramientas muy poderosas de comunicación entre usuarios que están afiliados a una misma entidad. O sea que no hay ninguna forma de comunicarme con usuarios de Facebook (o Twitter) sino soy un usuario registrado. Ninguna de estas empresas define un protocolo de comunicación inter-entidades; ofrecen unas herramientas de comunicación inter-usuarios que deben ser rentabilizadas. El incentivo principal es lograr captar la mayor cantidad de usuarios registrados para poder mostrarle publicidad (o cobrarle por otros servicios).
En mi opinión una de las razones fundamentales por las que Twitter y Facebook evitan la sensación de stress asociada al correo es por la metáfora que utilizan. Aunque en ambas redes se generen sopotocientos mensajes, no se genera ningún stress por perderme algunos. En ambas redes la metáfora es de un feed o flujo constante de mensajes que no esperan por mí. Si los veo bien, y si no, mala suerte.
En ambas redes la selección de los mensajes que se muestran están decididas por un sistema que filtra las que considera son las más importantes y cuáles no deben ser mostradas. Este algoritmo es más evidente cuándo suceden eventos de alta importancia (SuperBowl, Terremoto, Charlie Sheen desnudo en las Vegas, etc). En estas “tormentas” informativas se pierden mensajes que pudieran ser más importantes a nível personal, pero la avalancha es tal que los sistemas encargados de definir la relevancia toman sus decisiones y relegan contenidos que de otra forma estarían en el tope.
¿Quién Decide?
En muchas situaciones para mí está bien que el sistema de relevancia de estas redes tome la decisión por mí. Me alegra no perder el tiempo leyendo que la mascota del primo de un amigo de la infancia tiene una casita nueva. Por esta razón, la metáfora de feed en las redes sociales funciona tan bien.
En el correo electrónico, con excepción de los mensajes de SPAM, yo tengo que decidir qué filtrar y a que darle relevancia. Por esta razón, genera tan fácilmente la sensación de “saturación”. Pero definitivamente si un cliente me envía un pedido, o solicita una cita, no quiero que ningún sistema se encargue de filtrarlo. Por muy bueno que sea.
La necesidad del email va a seguir existiendo, y estoy seguro que hay mil formas para mejorarlo con respecto a lo que tenemos hoy en día… mi punto es que ninguna solución que requiera exclusividad (dependa de la publicidad) va a desarrollar un protocolo que permita la libertad para escoger el proveedor con que satisfacemos nuestras necesidades. O sea que para mí no existe algo como la enemistad entre el corero y las redes sociales. Creo que llenan necesidades distintas y van a co-existir por mucho tiempo.
Como vehículo para mercadear nuestras empresas debemos enfocarnos en el usuario y utilizar los canales de la mejor manera. Mientras que mantengamos mensajes coherentes que resulten valiosos para los lectores, podemos escoger el canal más efectivo para cada ocasión.
Al final del día, si tienes dudas sobre la efectividad del email piensa en lo que hace Facebook cuándo tienes algún tiempo sin conectarte. Te manda un correo electrónico para que te conectes 😄