Una idea de negocio a veces no puede materializarse sólo con tu esfuerzo, sino que necesita de las competencias que puede poseer otra persona que se integre a tu equipo y te complemente a la hora de ejecutar el plan para comercializar el producto o servicio. Es como encontrar a la media naranja del emprendimiento.
Pero al igual que si estás buscando una pareja para tu vida privada, esta tarea no es fácil. Tiene que ser una persona que posea unas cualidades -personales y profesionales- que agreguen valor al desarrollo de la marca y que esté dispuesto a crecer con ella; alguien que vea con tus mismos ojos las posibilidades de lo que estamos gestando y quiera ser parte de ello. Por eso, para comenzar…
No importa si se trata de tu papá o de tu esposa y tienen el capital semilla que necesita tu emprendimiento para arrancar. “Seguro me apoyarán y podemos ser socios”, podrías deducir. Pero así NO funcionará. Si no logras motivar con tu idea a quien vaya a acompañarte en el proceso y que se sienta parte de él, probablemente al enfrentar una dificultad, se sentirán frustrados irremediablemente y hasta engañados por ti. Tienen que amar y creer en lo que están haciendo, tanto como tú, para seguir adelante a pesar de las adversidades.
Si tú eres un genio creativo y te la pasas compartiendo ideas desde el desayuno hasta la cena, pero no sabes nada sobre cómo llevar la administración de una pequeña empresa, tu socio debería ser un crack en contabilidad y finanzas. O al menos estar más empapado en eso que tú (lo cual no significa que no tengas que aprenderlo). El ejemplo también puede funcionar al revés, o con más añadidos: si se juntan dos personas como las citadas y quieren vender algo pero no saben cómo, tendrán que hallar a un socio que sea un hábil vendedor para hacer sonar la registradora.
Quizá pueda parecer obvio, pero en el mundo de los negocios, no hay que dar nada por sentado, porque pueden surgir situaciones en las que la ética y los valores personales de los socios se pongan a prueba. Quizá surja una oportunidad de negocio con alta remuneración, pero que pudiera comprometer la calidad de los productos o la reputación de tu emprendimiento. Entonces, se producirían roces si lo que es más importante preservar para ti, no es lo mismo que para tu socio. Es un aspecto delicado que debes analizar con mucho detenimiento para evitar sorpresas desagradables en el futuro.
Puede ser con tu mejor amiga, tu hermano o tu yerno, pero los emprendimientos se manejan en términos distintos, para evitar que “se materialice la amistad” o “se sentimentalicen los negocios” como se dice popularmente, ya que sin duda, muchas veces el vínculo puede fortalecer la relación entre los socios, pero en otras puede resultar perjudicial. Procura que los términos de la sociedad sean bien conocidos entre las partes, sin ambigüedades y que se realicen los trámites necesarios para darles carácter legal. Eso les garantizará tranquilidad a todos los involucrados y será algo menos de qué preocuparse.
Digamos que tu socio es una persona en extremo precavida, que quiere iniciar en pequeño y no correr riesgos, por lo que su plan es mantener la empresa en operación rentable promedio durante los primeros 5 años, antes de pensar en expandirse. Y desde que concebiste la idea, tú te has propuesto una meta de crecimiento por franquicia, dentro y fuera del país, con planes de exportación incluidos en el mismo período. Son dos visiones válidas pero difíciles de conciliar y podrían hacer que desde el principio, las cosas no funcionen. Compartir la visión y trabajar en función de los mismos objetivos será imprescindible para que la sociedad sea de provecho, satisfactoria y sostenible.
¿Y si, resulta que no necesito un socio?
Si al analizar cada uno de los aspectos que te presentamos, consideras que tienes cubiertas esas necesidades desde el principio para tu pequeño negocio rentable, entonces probablemente no necesites un socio, sino un aliado (o varios).
En ese caso, te recomendamos revisar la lista de los cinco secretos para crear alianzas de negocios que publica el portal soyentrepreneur.com.