Cuando tu cliente está furioso no te dirá un lacónico ¡tenemos que hablar! Te gritará o vociferara la molesta situación en la que se encuentra y debes entender que, para llegar a ese estado emocional de alta alteración, tuvo que haberse sentido de mil maneras antes, pasar de una decepción simple a una frustración total y tu eres su última esperanza. La buena noticia es que te está llamando y te está dando tal vez una última oportunidad y si realmente amas a tu cliente debes hacer considerar estas recomendaciones.... [Continuar leyendo]