Dos cabezas piensan mejor que una, es una máxima que nos ha permitido resolver una infinidad de problemas, sumando nuestro intelecto al de otra persona para encontrar la solución ideal, desde cómo alcanzar un paquete de galletas en la alacena más alta de la cocina cuando éramos niños hasta cuál es el mejor momento para dar el salto y abrir las puertas de un negocio rentable, en compañía de quien será ahora “el socio”.... [Continuar leyendo]