Como emprendedor, además de soñar despierto con tu idea de negocio cuando estás por ponerla en práctica, vives imaginando el momento mágico cuando lleguen las primeras personas a comprar tu producto o contratar tu servicio. ¡Qué emoción! Pero, ¿ya pensaste en cómo vas a llegar a los prospectos que se enamorarán de esa experiencia que ofreces?
¡Cuidado! Si no te fijas bien, podrías estar ofreciéndole hielo a los esquimales, como dice el refrán.... [Continuar leyendo]