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Los emprendedores tienen diferentes motivaciones para lanzarse a la aventura de tener su propio negocio. A algunos los impulsa la necesidad de innovar sobre territorio inexplorado, a otros les cuesta encajar en organizaciones muy estructuradas y prefieren la flexibilidad de ser sus propios jefes. Pero lo que todos requieren es alcanzar la estabilidad financiera suficiente como para mantener su independencia y no regresar a las filas de los asalariados.
Dentro de los amantes de la innovación hay un grupo minúsculo que ha logrado mucho más subsistir y ha creado “unicornios”. La versión contemporánea de las criaturas mitológicas son emprendimientos que comenzaron como startups tecnológicas y que fueron evolucionando hasta convertirse en poderosas compañías valoradas en miles de millones de dólares.
Aileen Lee, de Technocrunch, enumeró las lecciones que los emprendedores pueden aprender de ese selecto segmento en el artículo Bienvenido al Club de los Unicornios 2015: Aprendiendo de las compañías multimillonarias.
Lee identificó que el 84% de las compañías estadounidenses que forman parte del “Club de los Unicornios” ha crecido un 115% por ciento en los 18 meses desde su último análisis. Representan apenas el 0.14% de las startups de tecnología o empresas financiadas por consumidores en Estados Unidos.
Otro hallazgo es que en la última década nacieron ocho unicornios por año. Todavía no ha emergido un super unicornio (empresa con un valor superior a los 100 mil millones de dólares) entre 2005 y 2015. Otro dato interesante es que 5 de los 9 “decacornios, o compañías valoradas en más de 10.000 millones de dólares, se fundamentan en tecnología móvil (Uber, Twitter, WhatsApp, SnapChat, Pinterest).
Las compañías con modelos de negocio de ecommerce acumulan la mayor parte de su valor al inicio pero tienen la menor eficiencia de capital, mientras que las Saas (Software como servicio) han crecido significativamente. También ha nacido una nueva categoría de análisis que reúne a los unicornios dedicados al Internet de las Cosas.
Los jovencitos que piensan que pueden hacerse millonario durante la secundaria deberían madurar sus sueños un poco más hasta llegar a la universidad. Los equipos de fundadores con educación universitaria, treintañeros, expertos en tecnología han construido las compañías más exitosas. Los fundadores veinteañeros de unicornios son la minoría.
Otro elemento importante del ADN de los unicornios parece ser a diversidad cultural. Al menos la mitad de los cofundadores de unicornios nacieron y estudiaron fuera de Estados Unidos, lo que demuestra que los inmigrantes juegan un papel fundamental en la creación de valor de las compañías tecnológicas. Los analistas se preguntan cuánto valor adicional podría haberse creado en la última década si fuese más fácil conseguir una visa de trabajo estadounidense.
Las mujeres y las minorías étnicas siguen excluidos del Club de los Unicornios, aunque Lee aseguró que comienza a verse algo de movimiento entre los grupos menos privilegiados.
Aunque los unicornios son rarezas del mundo empresarial, vale la pena estudiar más de cerca los factores contribuyeron con su éxito. Probablemente tu emprendimiento nunca ingrese al Club de los Unicornios, pero nadie ha dicho que no puedas crear una cofradía inimaginada, que aporte conocimientos, mejore servicios o genere valor y que los expertos bauticen con el nombre de otra criatura mitológica como el club de los hipocampos, las sirenas o los pegasos.
