Una marca es un diseño único, un símbolo, o unas palabras que identifican un producto y lo diferencian de sus competidores.
Desde el punto de vista legal, es un título que te concede el derecho exclusivo a utilizar un signo para identificar tu negocio. Pueden ser palabras, imágenes, figuras, símbolos, formas tridimensionales. La única limitación es la originalidad porque no puede confundirse con ninguna que exista en el mercado.
El origen de la palabra es ancestral y multicultural porque está vinculada a la práctica de los granjeros de marcar su ganado con hierros calientes para que no extraviar miembros del rebaño cuando salían a pastar.
Afortunadamente para las vacas, en la actualidad hay métodos más modernos y menos dolorosos para identificarlas. Pero en el mundo comercial el principio de la marca permanece intacto: Es indispensable colocar un sello distintivo, algo que diferencie a tus productos o servicios de los demás.
El nombre
El primer paso para crear la marca de tu negocio es colocarle un nombre. Te recomiendo que comiences con una tormenta de ideas. Agarra tu computadora o un lápiz y un papel y escribe lo primero que se te venga a la mente. Luego repasa una a una y pregúntate si es pegajosa, si crees que representa o se adapta a tu producto, si es fácil de recordar y, muy importante, si está disponible el dominio en internet.
Identidad visual
Una marca se distingue por su nombre, pero también por una serie de elementos gráficos que representan su misión y que la hacen única, como el logotipo, la paleta de colores que se usan en las publicaciones y la tipografía. Si tienes talento y conocimientos de diseño puedes tratar por ti mismo, pero te recomiendo que contrates a un experto si deseas óptimos resultados al concebir la identidad visual de tu emprendimiento.
Intangibles
Es importante que recuerdes que la marca es mucho más que el nombre y la identidad visual de tu negocio. Tu marca también es la percepción que tienen tus clientes de tu emprendimiento.
Una marca poderosa apela a la emocionalidad y a valores universales y no se concentra exclusivamente en resaltar las cualidades del producto.
La historia de Lego
En el 2015, Lego destronó a la Ferrari como la marca más poderosa del mundo. Los expertos coinciden en señalar que el fabricante danés de bloques de plástico ha logrado mantenerse en la psique de los consumidores con un producto que mantiene su calidad, está dirigido a ambos sexos, ofrece distintos niveles de complejidad para todas las edades. A los niños les gusta jugar con legos y los padres aprueban que sus hijos se aparten un rato de sus consolas de videos para disfrutar de un juego que ha mantenido su esencia durante generaciones.
Lego asegura que son mucho más que un lopotipo. “La marca LEGO es mucho más que nuestro conocido logotipo. Son las expectativas que las personas tienen en relación con los productos y servicios que ofrece nuestra compañía, así como la responsabilidad que LEGO Group siente hacia el mundo que la rodea. Nuestra marca es una auténtica garantía de calidad y originalidad”, dicen en su página web.
Los valores de la marca Lego son la imaginación, la creatividad, la diversión, el aprendizaje, la atención y la calidad.
Lego fue creada en 1932 por el carpintero danés Ole Kirk Kristiansen. El nombre surgió de la unión de dos palabras “leg godt”, que en danés significan “jugar bien”. 83 años más tarde, la firma mantiene la visión original de ser el mejor juguete del mundo, bajo la dirección de Kjeld Kirk Kristiansen, nieto del fundador.