El negocio de los accesorios está en lucir para vender

¿Quién no ha tenido un flechazo de amor eterno con unos aretes o un anillo que se convierten en los favoritos para toda ocasión?

Con esa claridad, Heyra Arroyo encontró su oferta de valor para dar vida a haccesories. “Busco complacer tu necesidad pero ofreciendo un accesorio de calidad, fuera de lo común, con piezas funcionales que permitan a la mujer actual cumplir con sus diferentes roles en la oficina, en una salida nocturna con amigos, o en una cita”.

Aunque Arroyo tiene más de una década de experiencia, fue hasta el año pasado que vio la posibilidad de convertir su hobbie en una idea de negocio. “Siempre me pedían asesoría para combinar prendas con vestidos o un regalo curioso y exclusivo. Entonces descubrí que el secreto del éxito estaba en personalizar las creaciones”.

Pero no sólo se trata de elaborar una alhaja. Complementar la venta con un servicio de asesoría al cliente es lo que ha hecho que pueda posicionar su marca en este competitivo mercado. “Ofrezco asesoría de imagen y estudio del cliente, más allá de la simple pieza,  porque se convierte en una creación de acuerdo con el estilo de la persona que lo va a lucir”, destaca una muy motivada emprendedora.

Y esa pasión fue la que le llevó a convertirse en orfebre, pues también elabora aros de boda y otros artículos trabajando los metales. Pero asegura que su marca está enfocada en la realización de accesorios de uso cotidiano, pero con distintas técnicas.

Gracias a las redes sociales, en especial al Instagram, ha conseguido promover las compras por internet de sus piezas, fidelizar clientes e incluso llegar más allá de las fronteras venezolanas. “Recientemente, en Ciudad de Panamá, ya están a la venta distintos modelos de accesorios en La Boheme de San Francisco. Es el primer paso para exportar mis productos y quiero llegar a Estados Unidos y Europa, sin dejar fuera tiendas venezolanas, claro”.