En una ciudad latinoamericana con muchos problemas de transporte público, un chico llamado Tallis Gomes se encontraba en su parada de autobús, mirando cómo todos los taxis pasaban ocupados, los autobuses estaban repletos y, para colmo, empezó a llover.
“Quiero inventar algo para ir más rápido a donde quiero llegar; que me ayude a encontrar a un conductor libre y que venga a buscarme fácilmente donde estoy”, se dijo. De un deseo tan simple y una necesidad tan común nació Easy Taxi, la aplicación creada en Brasil en 2011 que hoy es la más descargada para resolver los problemas de movilidad en las principales urbes de la región.
Lo que Tallis y los amigos que desarrollaron su primera idea de negocio no sabían entonces es que no sólo se ayudaban a sí mismos, sino a todas las personas que necesitaban transportarse de manera segura. Además, crearon una nueva comunidad de taxistas, que mejoraría la calidad de su servicio en la ciudad y le acercaría mejor a sus clientes.
Marcos Subía, gerente para Venezuela de Easy Taxy, nos cuenta esta historia que, en sus inicios, surgió de cubrir una necesidad sencilla y hoy tiene presencia más de 30 países, con una particularidad: es un emprendimiento que concentra a otros emprendedores independientes –los taxistas- para ofrecer seguridad, eficiencia y rapidez en el traslado de las personas, con la novedad de la tecnología para smartphones.
“Los conductores de Easy Taxi son agentes de cambio, quienes entienden que es un servicio que les brinda mayor seguridad, aumenta su productividad por la dinámica y flexibilidad de trabajo; y conocen la importancia de brindar un buen servicio a los pasajeros con la atención al cliente que éstos merecen”, comenta Subía. Y eso es lo que enamora a los taxistas de este negocio rentable para todos los involucrados.
Esta plataforma ha logrado conquistar también el corazoncito de inversionistas internacionales que apuestan a su consolidación de los mercados de Latinoamérica y Asia donde están presentes.
“Para generar un modelo de negocio exitoso, creo que en primer lugar debe prevalecer en la mentalidad del emprendedor solucionar un problema latente en su comunidad, su ciudad y el entorno donde se encuentra”, asegura el director general para Venezuela. Y tomamos del fundador de la aplicación, esta frase clave expresada en una entrevista para la revista Dinero: “Los emprendedores no son quienes tienen una idea; son quienes la ejecutan y la transforman en un negocio”.
Conocer a sus clientes y presentarles innovadoras propuestas dentro del servicio básico ha sido una fórmula ganadora para Easy Taxi. Por ejemplo, para celebrar el Día del Amor y la Amistad (o San Valentín, como se le identifica también al 14 de febrero), este año los usuarios recibieron un llamativo obsequio, con tarjeta incluida, que deleitó a todos como parte de la experiencia de pedir el taxi.
Hace poco, la novedad sorprendió a los clientes en Perú, donde se instalaron consolas de videojuegos frente a los asientos posteriores de los vehículos, para brindar una nueva forma de entretenimiento mientras se realiza el recorrido. Una idea que fascinó a los pasajeros, en especial a los gamers.
Pero además del entretenimiento, también en Easy Taxi han pensado en crear nuevas maneras de mejorar el servicio, en este caso, a través de la forma de pago. En Colombia, desde hace unos meses, está disponible la opción de afiliar los pagos a las tarjetas de crédito y realizarlos directamente a través de la aplicación, por lo cual no necesitarás contar con efectivo para trasladarte.
“Creemos firmemente que Easy Taxi es más que una aplicación; es una comunidad donde se reúnen dos grandes grupos con necesidades bien identificadas y relevantes pero que buscan la seguridad, la rapidez y la comodidad de usar la tecnología en su día a día para atender sus necesidades básicas de transporte”, resalta Subía en esta entrevista, asegurando que aún quedan muchas de esas necesidades sin cubrir ante las que pueden surgir con éxito propuestas de negocio innovadoras.
¿Tienes una idea así? Inspírate y ponla en práctica para convertirte en un emprendedor de la vida real.