Cada 23 de abril los catalanes celebran el Día de Sant Jordi y el Día del Libro. Como parte de la fiesta, los amigos, las parejas y todo aquel ser humano de buen corazón, suele intercambiar y/o regalar un libro o una rosa.
Esta costumbre catalana merece ser replicada en cada rincón del planeta en el que existan lectores, y también no tan lectores.
Como soy venezolana, hay quien pensará que si nos tocara -como a los catalanes- regalarnos algo en el Día del Libro, cada 23 de abril (un libro o una rosa), preferiríamos un paquete de café o un jabón de tocador (algunos de los productos desaparecidos de los anaqueles de los supermercados).
Honestamente, prefiero un libro. Este ha sido uno de los pocos artículos de los cuales me niego a prescindir y, que conste, como parte de esta sociedad en crisis no consumo leche, consumo poca carne y poquísima azúcar; los jabones que tengo me los han regalado y también sufro los rigores de la llamada “dieta” eléctrica. Pero a los libros no renunciaré jamás.
Ya son más de 100 los países alrededor del mundo que han adoptado esta fecha como propicia para celebrar el Día del Libro y el amor por la lectura. Por eso es que la Unesco no falló cuando hace dos décadas declaró esta fecha como celebración del Libro, en atención a una propuesta que hiciera la Unión Internacional de Editores dado que se cree que los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de La Vega fallecieron –en diferentes años- un 23 de abril.
Desde 2001, una ciudad en el mundo es bautizada como la capital mundial del libro. Ese año, el primero que se adoptó esta costumbre, le tocó a Madrid ser esa capital y desde entonces dos ciudades latinoamericanas han tenido ese honor: Bogotá en 2007 y Buenos Aires en 2011. Este año será el turno de Wroclaw (Polonia).
Aunque Caracas aún no ha sido nombrada como capital mundial del libro, cada año se celebra durante unas dos semanas aproximadamente el Festival de la Lectura, que ofrece además de novedades editoriales, una diversidad de actividades para estimular la lectura y la reflexión sobre diversos temas de actualidad.
Así ocurre además en diversas urbes alrededor del mundo ya que es una fecha importante para el sector editorial. Y es que una de las industrias que ha debido transformarse con vigor, a partir del uso de las nuevas tecnologías es, sin duda, la industria editorial.
Ya no solo se trata de dilucidar el viejo dilema de si los libros en papel serán desplazados por la lectura en formatos digitales. A estas alturas, ya todos convenimos en que ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario.
Quienes amamos la lectura en un libro de papel seguiremos consumiendo este tipo de productos, pese a todo.
La buena nueva es que la tecnología ha incorporado a lectores que disfrutan de los formatos digitales: el e-book reina entre los más jóvenes y también entre quienes se han acostumbrado a la lectura en la pantalla de la PC o en Kindles y tabletas, por ejemplo.
Solamente en España en los últimos dos años se editaron más de 20.000 libros digitales lo que representa un interesante 20% de esta industria en la madre patria. En cuanto a libros de papel se produjeron más de 60.000 ejemplares para totalizar alrededor de casi 90.000 libros editados.
De acuerdo con cifras de la Cerlalc, en Latinoamérica se editan a diario más de 500 títulos. Así lo da a conocer en su informe sobre la situación de la industria del libro en la región para 2015. Nada más entre los años de 2008 y 2013, este sector creció 83%, según la Cerlalc, en comparación con el quinquenio precedente.
Estas cifras indican que se trata de una industria dinámica que tiende a aumentar con el paso del tiempo y con el aporte de la tecnología. Por ello es que la Feria del Libro de Guadalajara (México), una de las más grandes de la región, tendrá este año como invitado a Latinoamérica, lo que significa una oportunidad de exponer las editoriales, productos y proyectos más sólidos, pues se trata de un evento que convoca aproximadamente 800.000 visitantes y mueve más de 40 millones de dólares en ventas.
Por lo tanto, en un sector dinámico como este las oportunidades para emprender siempre se van a presentar.
Son muchos los diseñadores gráficos, periodistas, comunicadores, correctores, escritores, autores, distribuidores, libreros, gerentes, etc… que conforman una auténtica legión para consolidar la industria. Pero de esto hablaremos en otro momento, por lo pronto en abril regálate un libro o sino, entonces, una rosa.
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