Una de las acciones reprensivas más usadas por los padres de hoy es eliminar el uso de tablets, consolas de videojuegos, televisión y acceso a Internet a sus niños cuando consideran que han hecho algo errado y deben “aprender”.
Ciertamente están restringido el acceso a esa fuente, no solo de información sino también de juego y de placer, pero ese gesto o “castigo”, seamos honestos, ¿puede educarlos en algo?
Hace algunos días me alarmé cuando fui a retirar la boleta de mi hijo y vi estampada una “C” como calificación final. Pero, más alarmada me sentí cuando la maestra me comunicaba que esa calificación era “producto” del uso frecuente de adictivos videojuegos.
Intenté argumentarle que no, que mi hijo no era un adicto a los videojuegos. Pero la maestra me miró con cara de escepticismo y enseguida me dijo que ella estaba casi segura de que sí, que mi hijo también estaba “contaminado” por el uso frecuente de videojuegos, lo cual había incidido en su rendimiento escolar. Su argumento se basaba en que constantemente él hacía dibujos de Minecraft, en su cuaderno.
Salí desorientada de esa conversación, y con la sensación de que esa respuesta no esclarecía mis dudas. Seguramente mi hijo necesita refuerzo escolar, pero honestamente no creo que el responsable sea Minecraft.
Ciertamente tenemos una generación de niños para los que la tecnología es parte de su ecosistema, de su forma de vida. Y en eso no hay nada erróneo.
Los gobiernos de muchos países latinoamericanos como Colombia, México, Chile y Uruguay, entre otros, están haciendo esfuerzos para que las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) estén al alcance de todos. Además, la idea es propiciar una mayor conectividad mediante el uso de mejores infraestructuras de redes de Internet, e incluso cada vez más las iniciativas para aprender su uso tienen mayor difusión.
La pelea por hacer un mejor uso de la tecnología, no se da apartando a los niños de ésta. Sino más bien empoderando a educadores, madres y padres para que puedan tener un dominio adecuado de esas tecnologías, y de esta forma puedan dialogar con la generación más vulnerable acerca de los mejores y peores usos. Aquello que las TIC pueden aportar al desarrollo y a la educación de los niños es muy valioso.
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Facilidad en el trabajo
Hay que decir que uno de los grandes aportes es que nos ha facilitado el trabajo a todos. En una vida diaria llena de desafíos y compromisos, el uso de Internet para fines educativos representa una ventaja sorprendente porque nos da facilidad y rapidez en la investigación de datos e información.
Economía
La garantía de investigar y acceder a información desde un PC ya sea portátil o de escritorio, de contar con una Tablet a través de la cual se puede navegar, almacenar datos e información que posteriormente se puede procesar para estudiar, hacer trabajos, etc., es un ahorro importante, mucho más que si se tuviera que acudir a una biblioteca para hacer consultas.
Creatividad
El uso de las TIC en la vida diaria nos exponen a constantes retos que estimulan nuestra creatividad. Con el uso adecuado de los recursos y del Internet, los niños pueden mejorar su vocabulario, su cultura, su nivel de información e incluso despertar a nuevos conocimientos cuya gestión debe ser, sin duda, orientada por sus maestros, madres y padres, de manera que sepan darle el uso adecuado.
Emprendimiento
A través de Internet, los niños se involucran con nuevos conocimientos que les pueden dar un mapa amplio de intereses. Ya los más pequeños no sueñan solo con ser bomberos o manejar una ambulancia, o ser médicos o ingenieros. Actividades de emprendimiento y marketing pueden entrar en esa lista de aspiraciones, a la vez que profesiones y actividades económicas que tradicionalmente estaban excluidas de la lista de prioridades.
Colaboración
El uso de las TIC en la educación de los niños es una vía propicia para que aprendan a ser más colaborativos y solidarios. En Internet existen muchas herramientas con este fin. La gestión de grupos y de tareas en equipo son dos muestras de ello, si logramos involucrar a los niños con estas prácticas ellas podrán asumir sus deberes con una visión menos solitaria y más abierta ante sus compañeros.
Superación
El hecho de los niños se confronten con herramientas que deben aprender de forma casi intuitiva estimula su sentido de superación, de afrontar retos para superarlos. En este sentido, los maestros, madres y padres tienen un enorme desafío: acompañarlos en esta superación, en la que muchas veces los niños tienen la ventaja de ser más recursivos al momento de integrar las nuevas tecnologías en su aprendizaje diario.
De manera que la tecnología es una gran aliada en el proceso educativo. Considero que debemos evitar aproximarnos a ella como un “tema peligroso”, capaz de perjudicar a nuestros hijos en su camino de aprendizaje.
A padres, madres y educadores aún nos queda mucho por aprender, sobre todo el reto está en insertar las Tecnologías de la Información y Comunicación de forma creativa en nuestro día a día, y en los recursos en el aula, solo así evitaremos quedarnos rezagados en un mundo que cada vez más menos nos pertenece.
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