Libérate de la ansiedad del apego y protege tus relaciones comerciales

“Los enemigos como el odio y el apego carecen de piernas, brazos y demás miembros, y no tienen coraje ni habilidad, ¿Cómo, entonces, han conseguido convertirme en su esclavo?”. Shantideva

¡Alto ahí! No te vayas. ¡Sí,  estás en un blog sobre marketing! Dame 2 minutos y te daré una explicación sobre el apego que hará que tu trabajo en tu empresa esté libre de tensiones y disfrutes sin ansiedad tu labor.

Ya hemos hablado sobre el apego a los resultados y cómo se expresa cuando tratas de perseguir un prospecto que te mostró interés por un producto o servicio de tu empresa.

Para alcanzar el desapego de cualquier aspecto en la vida se debe conocer su esencia, que lo produce.  Y antes de atacar su efecto (leáse: dejar de perseguir), se debe eliminar la causa, que  es la inseguridad. Todo error humano procede de este aspecto, pues de este se deriva el miedo y este, a su vez, se manifiesta en sumisiones, ansiedades, angustias, que hacen que el “apegado” piense que si no aprovecha la señal del prospecto, lo perderá si no comienza la desesperada carrera para cerrar el negocio. Es  allí donde viene la destrucción de la relación, pues esta nunca tuvo tiempo para desarrollarse de forma natural.

¿Entonces cómo logras hacerlo?

Debes tener confianza en tu labor (suena cliché, pero es cierto). Si hiciste un trabajo bien hecho, definiendo tus áreas de experiencia y cómo solucionar problemas reales de tus prospectos y clientes, si creaste y publicaste contenido de valor, definiste bien quienes eran tus modelos de persona, en resumen, si diseñaste una estrategia coherente y la estas ejecutando, entonces estos prospectos llegarán a ti por ley, porque estaban en el momento del viaje preciso, buscando la solución a sus problemas.

Si te encontraron y contactaron, aprovecha este momento presente de la atención de la señal y ocúpate en darles razones suficientes para que vuelvan a ti voluntariamente, define la próxima acción y cumple las promesas que hayas adquirido. Esa acción aparentemente simple  hará que te vean como alguien confiable e interesado realmente en ayudarles, no en alguien desesperado por vender.  Este hecho te llenará de seguridad, que por lógica entonces desplazará los miedos, ansiedades y demás aspectos que son tus enemigos para tu felicidad laboral.

La inseguridad que causa miedos es la base de cualquier problema. Sí  la eliminas desaparece el efecto. Pero nunca busques solucionar algo eliminando el efecto, pues es el equivalente de “barrer la basura debajo de la alfombra”. Es una solución temporal que tarde o temprano se rebelará aun con más fuerza. El miedo te paraliza y no te deja actuar de forma escalable, para entregar desinteresadamente tu conocimiento y experiencia a miles, que vendrán a ti por consecuencia y orden, sin ninguna presión, con fluidez, allí verás como se manifiesta la abundancia por la cual labraste tu merecimiento.

Como lo veo, todo tiene que ver con las relaciones y como las manejes, el marketing no escapa a esa ley universal de la causa y el efecto.

“Bueno es dar cuando nos piden; pero mejor es dar sin que nos pidan, como buenos entendedores”. Gibran Jalil Gibran.

Imagen cortesia de akifrases.com