La realidad muchas veces supera la ficción. Y de hecho, la inspira. Para muestra están las historias de estos seis destacados deportistas que además de fama y fortuna por sus destacadas carreras, hoy son reconocidos por haber dilapidado millones de dólares y acabar en la quiebra. Pero no todo es malo: la mayoría aprendió su lección y ahora nos toca a nosotros aprender de ellos.
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Scottie Pippen
Hizo un dúo arrollador junto a Michael Jordan como ficha de los Chicago Bulls en los 90’s. Conquistó seis campeonatos y, de hecho, se convirtió en la única persona en haber ganado un anillo de la NBA y una medalla dorada olímpica en el mismo año, integrando el famoso “Dream Team” estadounidense. Pero luego de 17 años de carrera y una fortuna personal de 110 millones de dólares, perdió 27 millones en inversiones infructuosas, demandó a todos sus abogados y recibió contrademandas, que además de tener que pagar, se sumaron a una cuantiosa deuda por la compra de un avión corporativo en 2001.
La lección: Es imprescindible hacer un estudio y un plan de inversiones para asegurar el capital y rodearse de personas de confianza comprobada si vas a dejar tu dinero en sus manos.
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Mike Tyson
Un boxeador mediático, que durante su carrera amasó cerca de 400 millones de dólares, llegando a ser campeón de pesos pesados. Pero sus tendencias a los caprichos, como comprar un tigre de mascota, y a una vida lujosa de mansiones inmensas y automóviles de colección hicieron que dilapidara todos sus ahorros. En 2003, debía 13 millones en impuestos y 9 millones a su recién ex esposa, y tuvo que declararse en quiebra. Adeudaba en total 27 millones de dólares.
La lección: Los caprichos se deben complacer con moderación. Si gastas más de lo que ganas, no hay que ser experto en finanzas para saber cómo terminará eso.
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Marion Jones
Tres medallas de oro y dos de bronce fueron el botín que colectó en su participación en los Juegos Olímpicos en el 2000. Pero luego se comprobó su dopaje durante la competición y perdió mucho más que sus medallas, ya que ganaba hasta un millón de dólares como imagen de diversas marcas. Por gastos legales posteriores al escándalo, su casa de 2.5 millones fue embargada y tuvo que vender también la de su madre para pagar su endeudamiento.
La lección: Sé honesto con tus clientes. Vas a perder algo mucho más que dinero, algo que no se puede comprar: credibilidad.
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Diego Maradona
La leyenda argentina del fútbol ganó mucho dinero durante su carrera como jugador, tanto que de hecho aún la prensa no alcanza a manejar una cifra estimada, aunque se sabe que fueron ingresos millonarios. Como también lo fue la deuda con el fisco italiano: “El Pelusa” debía 37 millones de euros en impuestos, sanciones, cargos e intereses, de los cuales pagó en su momento sólo 42 mil euros, incluyendo dos relojes de lujo y un par de aretes, por lo que en 2014, las autoridades italianas congelaron todos sus activos.
La lección: Cuidado con los “gastos ocultos”. Ya sean impuestos, servicios, proveedores… debemos considerar todos los compromisos que puede generar nuestro negocio para hacerlo rentable y sostenible.
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Curt Schilling
Reconocido como gran figura de los Media Rojas de Boston, decidió invertir toda su fortuna –unos 50 millones de dólares- en una empresa de videojuegos que estaba comenzando a operar. El negocio no prosperó y además, quedó con una deuda de 75 millones, por el préstamo que había solicitado para arrancar. Tuvo que subastar la media ensangrentada con la que lanzó teniendo una lesión en el tobillo durante la Serie Mundial de 2004, para juntar 92 mil dólares y amortizar su endeudamiento.
La lección: Como decían las abuelas: “no pongas todos los huevos en la misma cesta”. Es mejor iniciarse emprendiendo en formato pequeño que arruinarse la vida a gran escala y por una sola idea de negocio sin comprobar.
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Antonie Walker
El ex basquetbolista de la NBA, también es conocido por despilfarrar más de 110 millones de dólares ganados en 13 años de carrera profesional, además de acumular deudas por más de 4 millones de dólares con bancos y casinos. Llegó a mantener a unas 70 personas. Pero su fracaso financiero le sirvió para escribir un libro y rodar un documental titulado “Gone in an Instant” (“Perdido en un instante”), donde advierte sobre los riesgos de perder el dinero de forma rápida.
La lección: En realidad son dos: calcula la cantidad de compromisos que puedes cubrir y de todo fracaso, siempre puede sacarse algo bueno, como el aprendizaje a través de la experiencia.