Existen innumerables películas sobre equipos deportivos que se han filmado para dar muestra de las estrategias que entrenadores, directores deportivos y coaches han aplicado para ganar, con todas las posibilidades en contra; por lo que sus triunfos se sienten mucho más contundentes y emocionantes. Quienes se sienten fanáticos de cualquier divisa, se identifican fácilmente con estas situaciones.
En Imolko, conversamos con Gizeh Parra, quien es coach deportivo y lleva más de 15 años al frente de su emprendimiento en Caracas, Venezuela, dedicado al área de la informática. Una vez que confirmamos las similitudes entre el terreno de juego y el mundo de los negocios, conseguimos enumerar algunas “jugadas claves” que pueden brindarnos resultados positivos para nuestras ideas de negocio.
“La misión del coach es hacer surgir y expandir el potencial del atleta, somos los indicados para canalizarlo y guiarlos a su objetivo. Una vez descubierto, hay que ponerlo en el área donde mejor se desenvuelva”, nos dice. En el campo de los negocios, se puede aplicar la misma táctica a la hora de formar un equipo con socios, empleados o aliados. “De hecho, tenemos que ir más allá de lo que dice el currículo y ver qué otras habilidades pueden funcionar para alcanzar nuestra meta”, agrega.
“En el área deportiva puede haber metas individuales, pero el trabajo del coach viene precisamente en que haya una cohesión para trabajar juntos y conseguir una meta común, como ganar un partido. El protagonista no es un solo jugador, sino todo el equipo, para evitar rivalidades”, nos refiere Parra.
“Al líder, ya que siempre existe uno, hay que hacerle ver que él puede ayudar a los demás, para que se sienta satisfecho como individuo y como equipo. Cuando hay un líder, su posición como motivador de todo el grupo debe ser alentada y reconocida, añade la coach.
En la empresa, se debe procurar que todos se vean como un equipo, donde no se resalte la posición del dueño como propietario, sino como líder. Trabajar en el bienestar general, en mejorar el posicionamiento de la empresa en el mercado y alcanzar un reconocimiento, tanto del negocio como de los miembros del equipo que lo integra, es una meta con méritos compartidos.
“Una vez que se identifican las ‘creencias limitantes’, como llamamos a las debilidades, hay que descubrir qué situaciones impiden lograr un objetivo. Cuando se le hace ver a un atleta lo que obtendría si por un momento deja de lado esas creencias, se le motiva a salir de la ‘zona de confort’ y conseguirlo, para favorecer a todo el equipo”, expresa Parra.
En cuanto a las fortalezas, muchos desconocen las propias, así que al ayudarlos a descubrirlas, van a poder destacar más. “Si mi fortaleza es sólo cierre de ventas, pero por ejemplo, no refuerzo mis competencias en comunicación, no voy a pasar de ser vendedor y llegar a ser un emprendedor independiente. Conseguir que cada persona se desenvuelva como un ser integral y fuerte en cada área de su negocio, le ayudará a llegar más lejos”, refiere.
En el área deportiva, se busca que el atleta esté preparado para las dos situaciones: ganar y perder. Ahí es donde entra el coach a trabajar. En el ámbito del emprendimiento, es importante que se tengan todos los escenarios presentes a la hora de iniciar uno, para que quien comienza pueda darse cuenta si ha hecho todo lo necesario para que su inversión en tiempo, dinero y esfuerzo tenga el resultado esperado como negocio rentable.
“En ningún caso se debe creer que fue una derrota, aunque se haya perdido esfuerzo físico o dinero; si su emprendimiento no funcionó, lo que hubo fue un aprendizaje. La próxima vez que se emprenda, no tomará las mismas decisiones y se identificará cual fue el error, pero siempre es posible lograr el objetivo”, indica la coach.
“He aprendido, en mi experiencia personal, que uno debe prepararse para momentos difíciles. Cuando he tenido buenas ventas, he trazado estrategias para cuando esos índices bajen, a fin de garantizar que cuando otros estén en dificultades financieras, yo pueda mantenerme a flote” añade.
Cuando juegan como visitantes, los integrantes del equipo sienten una fuerte presión emocional que les puede afectar en su estrategia. Pero la forma de enfrentarlo es haciendo el juego para sí mismos, sin importar si los aficionados aplauden al suyo o al equipo contrario… y sin perder el enfoque en ganar.
“En el mundo de los negocios y el emprendimiento, hay que preguntarse: ¿lo hago para ganar dinero o porque la pasión que siento me motiva a hacerlo? Eso último es lo que inspira a superar cualquier adversidad. Quienes se sostienen en tiempos de crisis, cuando vengan mejores circunstancias estarán mejor preparados y conseguirán resultados favorables mucho más rápido” afirma la coach Parra.