Trabajar durante varios años, incluso décadas, en una empresa hasta que “nos pica el gusanito” de crear nuestro pequeño negocio rentable, es la realidad más asociada con los emprendedores, pues resultan todavía contados y llamativos los casos donde ocurre a temprana edad. Pero puede ocurrirnos incluso en plena etapa de formación profesional… ¿emprendo o sigo en la universidad?
El dilema shakespereano de ser o no ser emprendedor se presenta ahora con más frecuencia en los inicios de la juventud, ya que los integrantes de la generación millenial buscan que su actividad laboral cumpla con principios fundamentales: que sea lo menos presencial posible, tenga horarios flexibles, cuente con colaboradores y ambiente de trabajo más informales y se aleje al máximo de esa figura corporativa donde los empleados sólo son un número.
Entonces, ¿qué puede hacer un joven a sus ventitantos cuando siente que lo que aprende asistiendo a la universidad podría no serle muy útil cuando salga a zambullirse en el mercado laboral? ¿Vale la pena abandonar los estudios para profesionalizarse por un sueño de emprendimiento o es mejor culminarlos y lanzarse al ruedo de las startups más tarde?
La revista Forbes llegó a hacerse estas mismas preguntas, sustentándose en conocidos casos de estudiantes desertores del MIT en Estados Unidos que resultaron en exitosos emprendedores. Pero han sido mucho más difundidos los ejemplos de otros nombres muy familiares como Steve Jobs, fundador de Apple; Bill Gates, creador de Microsoft o Mark Zuckerberg, el padre de Facebook. Entonces, ¿para imitar su éxito habrá que dejar la universidad también?
Padres del mundo, antes de caer en pánico pensando que es eso lo que recomendamos, les invitamos a conocer las siguientes opiniones, como la que ofreció el multimillonario Peter Thiel, citado por la mencionada revista. “Mi punto de vista es que no hay un método que funcione para todo el mundo. Nunca diría que todo el mundo debería abandonar la universidad y convertirse en emprendedor” dice el inversionista que financia ideas de negocio a nivel mundial.
Paola D’Alvano, joven fundadora de Pide Rápido, nos ofrece su visión: “Es mejor que construya el modelo de su idea en la universidad y aproveche la carrera para nutrir el emprendimiento, así como también para preguntar a los profesores todo lo que quiera saber para mejorar su propuesta, en lugar de tener que pagarle a asesores por consultorías, por ejemplo. Yo no dejaría los estudios, sino lo ejecutaría simultáneamente” comenta esta recién graduada administradora.
En esto coincide Vanessa Hung, creadora de Íkola Boards, cuyo testimonio sirve de argumento. “Es difícil darle prioridad a las dos cosas pero es posible y por eso lo hago paralelamente (emprender y estudiar). Siempre que se tenga amor por lo que se hace, aunque el tiempo se quede corto para todo, al final del día te acuestas a dormir con la satisfacción de haberlo lograrlo”, dice la estudiante de administración de 20 años de edad.
Utilizar la etapa universitaria para hacer networking, tomar cursos especializados y efectuar otras actividades que favorezcan tu modelo de negocio sin afectar tus estudios son algunas de las recomendaciones generales que podemos hacerle a los universitarios emprendedores. Para complementar esta información, te invitamos a revisar estos 7 tips para aprovechar la universidad y ser mejor emprendedor que publica el sitio emprendiendohistorias.com.