La sentencia de que el dinero no trae la felicidad es una verdad a medias, porque a través del dinero es posible alcanzar, en ciertos casos, determinadas vivencias que sí nos traen la felicidad. Es el caso de viajar y disfrutar de unas merecidas vacaciones, luego de un año de ardua labor. Acaso ¿no es un auténtico anhelo dejarse mimar en algún hotel donde la premisa es mantener contentos a sus huéspedes?
Por eso las tendencias de la industria hotelera para 2016 apuntan a consentir al extremo a sus visitantes, con el firme propósito de que la estadía sea una experiencia tal que deseen repetir en las siguientes vacaciones.
En ese sentido, una de las premisas es ofrecer diversidad de servicios a través de aplicaciones descargables con los smartphones. Los conocedores aseguran que los millenials serán el gran público que visitará estos espacios de confort y, siendo tan apegados a las nuevas tecnologías, requerirán muchísima información, ya sea ubicar algún sitio a través de google maps, realizar check-in o reserva de habitaciones.
Si bien Europa y la costa del Pacífico asiático son destinos privilegiados, también el Caribe y Latinoamérica seducen a muchos viajeros, por lo que las grandes cadenas están haciendo importantes inversiones en Latinoamérica, con opciones de lujo y vacacional. La idea es satisfacer, sobre todo, las expectativas de quienes buscan destinos de playa, arena y sol.
Los millenials siguen dando la pauta. Según un estudio de hosteltur, quienes pertenecen a esta generación prefieren viajar low cost. Por lo que a la hora de hacer reservaciones y escoger destinos, el precio más solidario influirá enormemente en sus decisiones.
Otra opción que tendrá una gran relevancia será la que ofrezca la posibilidad de ejercitarse, conocer sitios nuevos pero bajo estándares de vida sana y la posibilidad de consumir alimentos balanceados. Para los amantes de la salud y el fitness, los excesos no están en su lista de prioridades. Dentro de estas opciones entran todas las relacionadas con el llamado turismo de salud, ya sea que el cliente desee transcurrir unos días en un relajante spa o realizarse algún tipo de intervención cosmética, ya que más del 38% de los viajeros a escala mundial busca este tipo de promociones durante su periodo vacacional.
Un reto importante, según los expertos de la industria hotelera para 2016, será que los viajeros tendrán como expectativa vivir simplemente experiencias. Así, en este segmento se incluye desde el turismo gay (que viene a ser 10% del turismo mundial) hasta aquellos que saldrán de sus países de origen para probar nuevos platos culinarios, con la gastronomía como meta soñada; admirar algunas de las nuevas siete maravillas del mundo; o simplemente tener un contacto pleno y satisfactorio con la naturaleza, que les devuelva la paz y la serenidad que en algún momento esquivan en sus actividades cotidianas.
Por Mariela Díaz Romero