Pasas días, meses e incluso años pensando en el nombre e imagotipo de tu emprendimiento, buscando los que te hagan saltar el corazón de emoción al verlos, porque lo sientes… como tu primer hijo. Pides a un diseñador que te ayude a darle identidad gráfica, lo imprimes, quieres empapelar la ciudad con ese logo… y, semanas después de iniciar tu negocio, lo ves como imagen de otro emprendimiento. Es tu hijo… con otro apellido.
¡Pero… ¿Cómo es posible?! Sencillo: ya sea que el diseñador optó por un mejor postor para venderlo; que a alguien más le gustó tanto que lo plagió sin miramientos o simplemente fue una increíble casualidad. El punto es que si no tienes forma de comprobar que ese diseño te pertenece, vas a tener que descartar las etiquetas, envases, uniformes, envoltorios, pendones, flyers y stickers que encargaste para identificar tu pequeño negocio. ¡Vaya si es un golpe bajo!
La buena noticia es que existe una excelente forma de evitarlo y convertir en amor eterno tu relación con la identidad gráfica del negocio: registrar la marca ante las instancias correspondientes en tu país es la mejor forma de protegerla y asegurarte que será tuya hasta el fin de los días. Más bien, hasta que se venza el registro y lo continúes renovando, que es casi lo mismo. Te mostramos cómo en 5 pasos:
A Googlear se ha dicho
Antes que nada, debes averiguar si existe una marca que tenga el mismo nombre que la tuya o uno muy similar. Así que debes indagar en la red, ya sea por un buscador simple o, siendo más específicos, a través de la amplísima base de datos de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), que incluye marcas, patentes, dibujos y modelos. Si no está allí, vas por buen camino.
Reserva el dominio en internet
Como a ningún emprendimiento puede faltarle su sitio web, pues debes procurar la reserva del dominio asociado a tu marca cuanto antes. Hasta Madonna fue víctima de un “pasado de listo” que registró bajo su identidad el dominio .com con el icónico nombre de la artista y tuvo que llevar el caso ante un juez para probar que el hombre sólo buscaba sacarle dinero a la Reina del Pop. Si le pasó a ella, le puede pasar a cualquiera. Aunque, afortunadamente, tú puede acudir al Centro de Arbitraje y Mediación de la OMPI para resolverlo.
Piensa en el futuro y regístralo ¡todo!
Quizá estés empezando en pequeño rango, pero es importante que veas hacia el futuro a la hora de registrar tu marca. Por eso, te recomendamos hacer lo propio con productos relacionados con los principales que comercializarás; es decir, registrar submarcas. Por ejemplo, si vas a abrir la “Panadería París”, piensa en reservar nombres como “Pasteles París”, “Galletas París” y “Dulces París”, para que puedas asociarlos con tu negocio principal sin problemas.
Un papeleo necesario
A nadie le gustan los trámites burocráticos, pero para proteger a tu hijo empresarial seguro estás dispuesto a ello y más. Entonces, debes acudir al organismo encargado de registrar la propiedad intelectual en tu país, llevar los recaudos exigidos y realizar las diligencias que te indiquen para obtener tu licencia de uso de la marca. El plazo de vigencia varía entre 10 y 15 años, así que recuerda estar atento a la fecha de renovación para no perderla.
Hasta en la sopa, pero con la receta original
La mejor forma de dar vida a una marca es utilizándola. ¡Ponla en todos tus productos! No habrá forma de debatir sobre propiedad intelectual si, una vez registrada, tienes montones de pruebas para demostrar que tu oferta es reconocida por el público donde quiera que la vean. Eso sí, empléala tal y como la registraste; si realizas alguna modificación, debes notificarla en la instancia correspondiente para evitar inconsistencias y futuros problemas legales.
Bonus: Ojo con las diferencias
Cuando se habla de nombre o denominación comercial, se refiere a cómo se identifica a la empresa u organización, incluyendo qué tipo es (C.A. si es compañía anómina, por ejemplo), mientras que cuando se habla de marca comercial, es nombre+imagotipo que identificará los productos o servicios del negocio.
Esperamos que esta sea una guía de utilidad para comenzar con buen pie tu camino en el mundo del emprendimiento y puedas hacer tu marca famosa, reconocible y próspera, sin temor a que nadie te empañe el sueño.