Uno de los públicos más complejos son los niños. Su raciocinio, su capacidad de imaginación y de evocación a veces no caben en su vocabulario y por ello inventan palabras nuevas, desconocidas para quienes no saben entrar en su código especial de comunicación.
Nunca antes una canción pudo definirlos mejor como la de Joan Manuel Serrat: “Esos locos bajitos que se incorporan con los ojos abiertos de par en par, sin respeto al horario ni a las costumbres y a los que, por su bien, hay que domesticar. _Nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós_”.
Más rápido de lo que pensamos ellos aprenden a tomar decisiones de todo tipo: la ropa que desean ponerse, los amigos con los que quieren estar en la escuela, la música que prefieren escuchar, la comida que más les apetece. Y cuando van creciendo ellos también deciden qué desean comprar y consumir. Que inciden en la decisión de compra de sus padres: quién lo duda.
Las marcas hace tiempo se dieron cuenta que sin ellos sus padres, simplemente, no se atreven a comprar. La época navideña es una de las más sensibles ya que está centrada en los regalos para los más pequeños de la casa. Durante sus primeros años, los padres y madres elegimos pero luego son ellos los que demandan con precisión aquello que desean.
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Es así que las marcas buscan adaptarse y colocarse en el punto de mira de estos consumidores.
Los medios de comunicación son también mucho más permeables a incluir en su programación aquella más adecuada para los “pequeños tiranos”: desde Discovery Kids pasando por Nickelodeon hasta Disney Channel, ningún medio que se precie puede despreciarlos ni dejar de incluir, además, la variedad de formatos a los que ellos ya tienen acceso: tablets, teléfonos androids, cds, blurays, entre otros. Es mucho lo que la tecnología puede aportar a los niños.
Es cierto que ellos son altamente tecnófilos, y como tal también adoran navegar en Internet y ver videos en Youtube.
Todo este escenario plantea un gran reto para el marketing digital, porque es menester tomar en cuenta sus preferencias, identificarse con ellos, intentar entender su mundo, hablar su idioma y pensar como ellos. ¿Para qué? Para que te recuerden todo el tiempo y demanden la interacción con tu marca. Pero creánme: no es nada fácil. Hace unos años, mi psicoanalista Lucía Dragonetti me lo explicó de la forma más clara y sencilla que pudo: para un niño jugar es como para un adulto pensar.
Integrar ese mundo lúdico en el que solo ellos conocen las reglas es perentorio para cualquier marca que desee convocar a esta audiencia, muchas veces incomprendida. Es cierto que la publicidad cada vez más se ha visto poblada de los personajes de cuentos de hadas y también de aquellos creados por Disney y Marvel (¡no olvidemos a la Barbie!) en un intento por atraparlos. Ciertamente lo ha logrado, pero eso no es todo.
Hoy en día uno de los retos del marketing digital radica en darles protagonismo a estos usuarios. ¿De qué manera? Al personalizar los contenidos y hacer que les hablen directamente a ellos: de allí que la interacción no solo se limita a estampar en el empaque a una princesa o un dinosaurio, sino también a colocar on line una estrategia que los invite a ser parte de la marca.
En estos días, mi hijo Ezequiel de 9 años, que ya entró en la etapa del fanatismo por LEGO, descubrió la página web de esta marca legendaria (que levante la mano quien no haya jugado con LEGO). Y enseguida se le abrió un mundo por delante. Inclusive, el mundo de los videojuegos se ha ampliado a los videos en Youtube, en los que aficionados se graban a sí mismos mientras persiguen pokemones o construyen edificios en Minecraft.
Es de esta forma como actualmente muchas marcas han apostado a construir una experiencia de uso para los niños a través de Internet, porque ya han caído en cuenta que la interacción es decisiva para este público al que le fascina aprender y descubrir cosas nuevas, pero de una manera relajada, cariñosa, atractiva y, sobre todo, divertida.
Si tienes una marca orientada a los niños, hoy queremos darte algunos tips infalibles de marketing digital para que conquistes a esos locos bajitos.
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#1. Lúdico ante todo.
Subestimar la necesidad de los niños por jugar solo te alejará de comprenderlos. Por eso es importante que tengas espíritu de juego para que lo incorpores a tu marca. La idea es que incluso te apropies del sentido lúdico -que implica ser juguetón y divertido- y que eso se exprese en tus estrategias de marketing digital. ¿Por dónde debes empezar? Por el diseño de tu página web con la incorporación de colores y formas que puedan ser atractivos para este público; además de un contenido apropiado para que ellos establezcan una relación directa con la marca y/o producto.
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#2. Sé escalable.
Cada estrategia que implantes te debe llevar a desarrollar otra, que implique aprovechar el camino andado para llegar más lejos. Si tienes un local que deseas adaptar a este público, desarrolla por ejemplo una imagen gráfica que utilices en cada herramienta y a través de la cual los niños te reconozcan y te recuerden. La buena experiencia que hayan tenido con tu marca los llevará a preferirte antes que a otra.
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#3. Incluye a papá y mamá.
Los niños deciden de cierta forma pero son mamá y papá quienes cargan la chequera o las tarjetas de débito y de crédito. Así que el esfuerzo debe incluirlos también a ellos. Hay progenitores que perdieron su espíritu infantil: a ellos puedes seducirlos haciéndoles ver las ventajas que obtendrán con tu marca. Si esa ventaja se traduce en descanso y tiempo libre, seguro los vas a conquistar. Otros progenitores somos felices volviendo a ser niños de nuevo, así que el intercambio es más rápido y directo. Una marca que habla al niño que un día fueron los padres, los conquistará para siempre.
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#4. Personalización.
Las actividades lúdicas deben ser parte de tu marca y de tu negocio si está dirigida a los niños. Hay una tienda de juguetes en la que me fascinaba comprar cosas: Imaginarium. Me gustaba simplemente porque al lado de la puerta de adultos hicieron una puerta pequeña. Siempre me pareció encantadora. Sin duda si hubiese sido una niña hubiese querido pasar por ahí, me recordaba en cierta forma la puerta de Alicia en el País de las Maravillas. Desde el empaque hasta la ambientación, tu negocio debe hablarle a tu público. Igualmente en tu página web debes crear contenidos interactivos, diseñados para la audiencia a la que te diriges, de forma que ellos interactúen constructivamente.
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